Casa Rosario

Hoy os quiero hablar de un lugar único y diferente, donde el tiempo se ha detenido y siguen trabajando como lo hacían en épocas pasadas.  Un lugar digno de mención,  que nunca podre olvidar y al que siempre deseo volver, uno de esos rincones que si no conoces o te llevan es muy difícil que encuentres por casualidad. Os presento Casa Rosario.

Ubicado en la aldea de Hoz de Anero (Cantabria), frente a la Iglesia de Nuestra Señora Maria de Toraya, lo primero que nos llama la atención al llegar y aparcar el coche, es que no vemos nada más que la iglesia y un par de casas, nada nos indica que allí hay un restaurante, pero creedme, buscarlo y veréis que allí esta.
Una vez hemos encontrado la puerta y entramos nos sorprende su decoración, con paredes llenas de artilugios de todo tipo, muchos de ellos relacionadas con el campo y la ganadería y un sinfín de fotos de todas las épocas que han pasado por esta aldea Cántabra, para rematar la decoración nos encontramos con esas añejas y míticas mesas de madera con mantelería de cuadros que todos hemos visto mas de una vez, un lugar que podría se sacado perfectamente del anuncio de una conocida fabada.

Una vez sentados se nos presenta Amelia, la cocinera, peculiar señora donde las haya que nos canta el menú del día, no hay carta, no hay papeles ni nada parecido, Amelia nos dice que ha cocinado hoy y nosotros decidimos.  Mientras esperamos nuestra comida podemos observar a Amelia en su cocina, de visión también de otra época, lógicamente acorde con el resto del restaurante, allí vemos a esta gran señora moverse entre cazuelas, ollas y sartenes sacadas del tiempo de nuestros abuelos, preparando nuestros platos como lleva años haciéndolo.  Finalmente y tras unos minutos, sale con una olla en sus manos y rumbo a nuestra mesa, aquí tenemos las Alubias pintas con chorizo!!!

Lo primero que notamos en este plato, y tal y como es habitual por el norte de este país, vienen en su olla y con varias raciones para poder repetir y comer tanta cantidad como deseemos.  Al levantar la tapa notamos el fantástico olor del chorizo y las alubias y ese inconfundible olor a comida bien hecha, que ha pasado de generación a generación.  Su sabor era más que intenso y bueno, era una delicia, un placer que en cada cucharada nos transportaba a otra época, esa época donde un fuego de leña y una buena olla era lo único necesario para sacar los mejores platos de cuchara, no en vano repetimos alguna vez que otra y asi poder alargar el disfrute de tan suculento manjar.  Al acabar y volver Amelia para llevarse nuestra olla recibimos una regañina por su parte, "Pero si no os habéis acabado las alubias!! Estos mozos de ciudad no comen nada!!! Venga acabar con ellas que no quedan muchas!!!" nos dijo mientras intentábamos inútilmente convencerla que dos platos por barba eran mas que suficientes para nosotros.  Finalmente y entre murmullos recogió la olla y volvió a su cocina para prepararnos nuestro segundo plato, Escalopes de ternera.

Si en el anterior nos trajeron su correspondiente olla, este no podía ser menos, y así nos pusieron un enorme y sabroso escalope que sobresalía del plato, la carne se deshacía en la boca, era tierna, jugosa, sabrosa y de extraordinaria calidad, un carne traída de ganaderos de la zona que se convertía en un disfrute para los amantes de la carne.  El plato se acompañaba con las clásicas patatas fritas, una montaña hecha de la mejor manera posible, cortadas a mano y en sartén, dejando de lado las actuales freidoras, potenciando su frescura y delicioso sabor.

Acabamos este genial menú con otro clásico de los postres, un flan casero de extraordinario sabor, acorde a todo lo degustado.

Aquí os dejo un lugar diferente, donde se respira tradición culinaria y que nos trasporta 20 años atrás, con platos sencillos y deliciosos que os dejaran llenos y satisfechos por igual.  Un lugar donde veréis como a pesar de las riñas, Amelia os agradecerá la visita con un gran manjar, así que no dudéis en visitarla.

Barrio de la Iglesia, Hoz de Anero (Cantabria) - Ver Mapa